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| Bienvenidos al club de los árboles |
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| Sus formas recuerdan el regazo materno |
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| Un condor envuelto por palmeras |
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| Chueco, pero palmera, caracho |
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| La paz en La Paz |
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| Mi ex-casa al fondo |
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| La luz se filtra entre las hojas para confundirnos con sus tonos |
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| Marina por detrás |
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| Marina Nuñez por adelante. |
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| La prueba de que el tiempo es circular |
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| Llenos de recovecos y secretos, como nuestras vidas |
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| Una mirada a Villa Armonía |
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| Las flores blancas de Maribel (¿o no podía tenerlas?) |
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| Pasamos, pero ellos continúan y continuarán |
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| Escaleras al cielo de Led Zeppelin |
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| El bello tronco rojo de la keñua |
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| Un eucalipto bebe |
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| Pequeñas flores amarillas |
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| Más Marina |
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| Sin complejos, hasta el cielo |
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| El retorno de sin complejos hasta el cielo |
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| La parte de atrás, colindante con el final de la Calle Villalobos |
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| El jardín de los senderos que se bifurcan |
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| Eucaliptos australianos más andinos que el chuño |
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| Mirada desde un extremo ¿adivinas cuál? |
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| Otra mirada a Villa Armonía |
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| ¿Al final, las escaleras al cielo terminan en el infierno? |
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| Al fondo, Villa San Antonio (bajo) |
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| Nuevamente los orgullosos eucaliptos |
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| Vista desde la calle, ya a la salida. |
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