domingo, 23 de agosto de 2015

LA PARROQUIA DE SAN SEBASTIÁN

En 1.548, año de la fundación de la Ciudad de La Paz, se inició la construcción de una capilla en honor a San Pedro (ver flecha). Cuatro años después comenzó la edificación de otro templo mayor, el cual fue inaugurado el año 1.559 con el nombre de San Sebastián. (Alcaldía Municipal de La Paz).


La Ciudad de La Paz durante el cerco de Tupac Katari (1781). El cuadro  le pertenece a Florentino Olivares.



La entrada al Templo. En 1.781, durante el Cerco a la Ciudad de La Paz, dirigido por Tupac Katari, el Templo de San Sebastián fue incendiado y destruido. (Alcaldía Municipal de La Paz). 


La Dolorosa. Años más tarde el templo se convirtió en parroquia de indios asignado a la jurisdicción del Virreynato del Cuzco. Luego pasó a depender del Obispado de Charcas hasta 1.607, año en que se creó la Diócesis de Nuestra Señora de La Paz. (Alcaldía Municipal de La Paz).


Señor de la paciencia. Se salvaron solamente algunos bienes como la imagen de Nuestra Señora del Pilar, obsequiada en 1.551 por el Emperador Carlos V, que actualmente se la venera como Nuestra Señora de La Asunta. (Alcaldía Municipal de La Paz).


 Cristo sedente. La fachada presenta una portada de piedra en estilo neoclásico, mismo que se caracteriza por incluir pilares y molduras de diseño sobrio y elementos artísticos clásicos. (Alcaldía Municipal de La Paz).


La bóveda recién restaurada. El fervor religioso y el apoyo económico, lograron su reconstrucción El nuevo templo quedó listo en 1.887. Sólo quedó intacta, la disposición original de los muros. (Alcaldía Municipal de La Paz)


El altar mayor. En la parte superior San Sebastián y abajo, Nuestra Señora de la Asunta.


El altar menor


 Cristo con la cruz. Al lado del templo se construyó la Capilla de la Misericordia como el primer camposanto de la Ciudad, mismo que fue demolido a principios de la época republicana. (Alcaldía Municipal de La Paz).




La bóveda del campanario. La Iglesia de San Sebastián no conserva nada de su aspecto virreinal. En ella sólo se puede ver su valor histórico y la planta que refleja en algo las típicas estructuras del Siglo XVI. José de Mesa y Teresa Gisbert. 


Desde el campanario, mirando al norte.


Mirando en dirección de la Plaza Murillo. Al fondo, desdibujado por las nubes, el Illimani


Mirando en dirección sud este.


Desde el campanario. Así se ve la Plaza Alonso de Mendoza y el Tambo que perteneció al Cacique Quirquincho.


Entrada al campanario.


Los feligreses a la puerta del Templo.

Un arbolito de kantutas en el jardín de la Iglesia.

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